Hazlo tú mismo en Mixología
Crea tus Propios Jarabes Caseros.
"En el mundo de la mixología, la creación de bebidas va más allá de la simple mezcla de ingredientes. Hoy en día, la tendencia del Hazlo Tú Mismo (DIY) se extiende incluso a los jarabes, elementos esenciales para perfeccionar tus cócteles. Descubrirás que hacer tus propios jarabes es a la vez simple, rápido y accesible para todos.
¿Por qué Optar por Jarabes Caseros?
Los jarabes, utilizados para aromatizar y endulzar las bebidas, son elementos clave de la mixología, especialmente en la elaboración de cócteles. Optar por jarabes caseros tiene varios beneficios. En primer lugar, ofrece una libertad total para dar rienda suelta a tu imaginación. Las posibilidades de combinaciones de sabores son infinitas, limitadas solo por tu creatividad.
Al crear tus propios jarabes, tienes un control total sobre la cantidad de dulzura y aromas en tu cóctel. Puedes obtener así un jarabe equilibrado, adaptado a tus preferencias, con aromas únicos que no siempre encontrarás en el comercio. Además, hay una satisfacción incomparable al disfrutar de un cóctel realzado con tu propia creación.
Las Bases Indispensables para Preparar Jarabes Caseros
La preparación de un jarabe casero generalmente implica la infusión de un ingrediente aromatizante, como frutas, hierbas aromáticas, caramelos o especias, en una astuta mezcla de azúcar y agua. Esta mezcla se calienta luego para obtener la textura característica del jarabe, se filtra y se deja enfriar antes de embotellar.
Antes de lanzarte a la realización de tu jarabe, es crucial definir las intensidades de azúcar y aroma necesarias para lograr el equilibrio deseado en tu cóctel imaginado.
Las propiedades de los ingredientes utilizados, como su poder endulzante, su potencial aromatizante y su forma (sólida o líquida), influirán en la elección de la proporción de dosificación "azúcar/líquido" y el método de calentamiento.
El Equilibrio Azúcar/Líquido: Las Bases a Conocer
Existen tres proporciones básicas azúcar/líquido que debes conocer, pero se pueden adaptar según el resultado deseado. También es esencial probar la preparación a medida que la perfeccionas, sin arriesgarte a quemarte.
Base Pobre (0,5:1): Contiene 0,5 partes de azúcar por 1 parte de líquido, es decir, el doble de agua que de azúcar. Ideal para líquidos ya muy dulces o viscosos, como la miel.
Base Simple (1:1): La cantidad de azúcar es igual a la cantidad de líquido.
Base Rica (2:1): La cantidad de azúcar es superior a la cantidad de líquido. Es la base más utilizada en mixología.
En cuanto a los líquidos, puedes utilizar cualquier tipo, ya sea agua, alcohol, jugo o incluso vinagre. Depende del resultado que desees obtener.
Métodos de Preparación: ¿En Frío o Caliente?
Existen dos temperaturas posibles para disolver y/o infusionar los ingredientes: en frío y/o en caliente. La elección entre estos métodos depende de las propiedades de los ingredientes y los aromas que desees obtener, e incluso puedes combinar ambos.
La Preparación en Frío: Es el método más lento, pero conserva el sabor inicial del ingrediente aromatizante. Por ejemplo, para un jarabe de manzana, puedes preparar el jarabe de azúcar en caliente y dejarlo enfriar antes de infusionar en frío trozos de manzana.
En frío, también puedes usar una licuadora para aromatizar el jarabe, especialmente para ingredientes duros que se disuelven difícilmente, como las frutas secas.
La Preparación en Caliente: Es el método más rápido y más utilizado en mixología. Sin embargo, es crucial no llevar el líquido a ebullición, ya que esto podría alterar los sabores. Este método permite obtener aromas "cocidos". Por ejemplo, al agregar manzanas al jarabe aún caliente, estas se cocinarán y liberarán aromas de manzanas cocidas.
Existen varias técnicas de preparación en caliente, como la cacerola, el vacío, el radiador y los ultrasonidos.
Pequeños Consejos Importantes a Recordar:
Si utilizas alcohol en tus jarabes, asegúrate de ventilar bien las habitaciones para dispersar los vapores de alcohol y evitar posibles molestias.
Los tiempos de infusión varían según los ingredientes. Por ejemplo, las especias requieren aproximadamente 30 minutos, mientras que las frutas frescas pueden requerir una infusión mucho más larga.
Cuando el jarabe se enfría, el sabor se intensifica. Presta atención a las dosificaciones para evitar un sabor demasiado pronunciado.
Entonces, ¡a tus ollas y a tus cocteleras, y sumérgete en la emocionante aventura del hazlo-tú-mismo en mixología! ¡Salud!"